María Concepción Paredes Naves

Cinco artículos sobre los presos del franquismo en Asturias. Concha Paredes es la más aséptica y la única que va más allá del franquismo para contarnos la evolución de las cárceles asturianas, desembocando, como es lógico, en el edificio que hoy alberga el Archivo Histórico de Asturias, que ella dirige. Irene Díaz hace un trabajo metodológicamente decente pero más preocupado por el maniqueísmo moral que por otra cosa. Amaya Caunedo demuestra no conocer los rudimentos de la redacción en castellano (en particular la puntuación) y echa a perder un tema tan interesante como el de los campos de concentración y similares.Covadonga Fernández hace un trabajo bastante aseadito pero, más que sobre las mujeres presas (o asimiladas, es decir, las esposas y familiares de presos) hace un artículo "con perspectiva de género", lo que acaba siendo aburrido. Por fin, Ramón García escribe bien, pero no se molesta en poner ni una sola cita o referencia, como si su sola palabra bastase. Todos los autores (salvo Paredes) parecen utilizar con profusión las fuentes orales y muy poco las escritas, lo que no deja de resultar sospechoso a nada que uno sea mínimamente desconfiado. Quiero decir que los testimonios de los presos están muy bien (también hubiera estado bien contar con los de los carceleros, por ejemplo, aunque supongo que no están disponibles) pero deben ser criticados, como toda fuente histórica, y no aceptados sin más. La combinación de estos elementos de trabajo con otros, como los documentos de archivo o la bibliografía, hubiera resultado mucho más enriquecedora. Claro que, a lo mejor, entonces no tendríamos un relato de buenos y malos, sino algo bastante más matizado, y el Ayuntamiento de Oviedo, que paga la obra, no hubiera quedado satisfecho. En resumen, un trabajo de encargo y de oportunidad política con resultado irregular pero que debería dar para algo bastante más serio, la verdad.… (més)