IniciGrupsConversesMésTendències
Cerca al lloc
Aquest lloc utilitza galetes per a oferir els nostres serveis, millorar el desenvolupament, per a anàlisis i (si no has iniciat la sessió) per a publicitat. Utilitzant LibraryThing acceptes que has llegit i entès els nostres Termes de servei i política de privacitat. L'ús que facis del lloc i dels seus serveis està subjecte a aquestes polítiques i termes.

Resultats de Google Books

Clica una miniatura per anar a Google Books.

S'està carregant…

They Would Never Hurt a Fly: War Criminals on Trial in The Hague (2003)

de Slavenka Drakulic

MembresRessenyesPopularitatValoració mitjanaMencions
1945139,771 (3.88)8
Slavenka Drakulic attended the Serbian war crimes trial in the Hague. This important book is about how ordinary people commit terrible crimes in wartime. With extraordinary story-telling skill Drakulic draws us in to this difficult subject. We cannot turn away from her subject matter because her writing is so engaging, lively and compelling. From the monstrous Slobodan Milosevich and his evil Lady Macbeth of a wife to humble Serb soldiers who claim they were 'just obeying orders', Drakulic brilliantly enters the minds of the killers. There are also great stories of bravery and survival, both from those who helped Bosnians escape from the Serbs and from those who risked their lives to help them.… (més)
Cap
S'està carregant…

Apunta't a LibraryThing per saber si aquest llibre et pot agradar.

No hi ha cap discussió a Converses sobre aquesta obra.

» Mira també 8 mencions

Anglès (1)  Castellà (1)  Noruec (1)  Neerlandès (1)  Suec (1)  Totes les llengües (5)
Es mostren totes 5
Mostly this book was just depressing. Each chapter is about a different war criminal that was on trial for crimes committed during the wars in the former Yugoslavia during the 90s. The author is attempting to discover what makes someone commit such horrible crimes She doesn't really reach any amazing conclusions and there was a little too much speculation but basically she says that it can happen to anyone, given the right circumstances.

What really struck from this book and the last book I read about Serbia is that before the wars of the 90s, Bosnian Muslims, Serbs, and Croats seemed to live together relatively peacefully. I was particulary struck by one Serbian man who remembered living peacefully with Bosnian Muslims and then as a member of the army shot hundreds of them as part of a mass execution. He painfully recounts how he didn't want to participate in the execution, but thought of his wife and young child and home and felt that if he didn't follow the orders of his commander, they would be killed. In the end of her book the author challenges to reader to ask themselves what they would do in any of these situations. A scary thought.

The epilogue of the book describes life in the detention center where all the war criminals are detained. It is an interesting thought to picture all these war criminals from different nationalities playing cards together and cooking for each other. I'm not sure in what way it is interesting, it is just interesting. ( )
  klburnside | Aug 11, 2015 |
“No matarían ni una mosca” es el título de este libro casi periodístico escrito en 2005 y traducido este año al castellano. Plantea que los criminales de guerra de la ex Yugoslavia (valdría para cualquier otra guerra) no son distintos a cualquiera de nosotros y, en consecuencia, cualquiera puede convertirse en un criminal. Aunque lo he intentado no me aclaro en cuestiones como dónde empiezan los servios o los croatas o los musulmanes, a paesar de que el libro comienza con un mapa. O dónde se rompe la convivencia comunista para convertirse en animales, tal es el odio entre ellos… odio e incivilización.

Vale la pena leerlo para que, al menos, algunos no nos convirtamos en lobos.

Copio una entrevista a la autora publicada por “El país” el 22-2-2008* y que describe muy bien el fondo del libro:

“Hay dos momentos particularmente estremecedores en ‘No matarían ni una mosca’, el devastador libro de Slavenka Drakulic sobre los criminales de guerra del conflicto de la ex Yugoslavia. Uno es la imagen de Drazen Erdemovic mirándose alucinado la ampolla que le ha salido en el dedo índice, el del gatillo, después de participar durante cuatro horas en los fusilamientos de civiles musulmanes en la granja de Branjevo. El otro es el aullido que lanza en el tribunal, durante el juicio a tres serbios bosnios acusados de violaciones masivas, la madre de una de las víctimas, una niña de 12 años. Lección de historia, inmersión minuciosa en la personalidad de los criminales, investigación sobre la maldad, el libro de la escritora croata, basado en su observación directa durante los juicios en La Haya por crímenes de guerra, es una de esas obras que remueven la conciencia y obligan a replantearse los tranquilizadores parámetros morales en que vivimos. ‘Los criminales de guerra no son distintos de nosotros’, asegura Drakulic (Rijeka, 1949), una mujer sólida, mesurada, con la única concesión a sí misma de unas llamativas gafas y un exceso de carmín. ‘Ninguno estamos libres de caer en la misma maldad, y es muy importante saberlo’.

“Pregunta. Se pone usted bajo la advocación de Hannah Arendt y su tesis de la banalidad del mal.

“Respuesta. Las posiciones son distintas, en el proceso de Eichmann ella se posicionó como reportera, mi papel ante los criminales de guerra en el banquillo en La Haya es más de análisis. El libro de Arendt es muy importante, pero tedioso, espero que el mío resulte más ameno.

“P. Su forma de describir a los personajes es muy literaria, la manera de reconstruir sus vidas, Goran Jelisic, el guapo verdugo voluntario del campo de Luka y que a la vez era un enamorado de la pesca, el pusilánime general Krstic, que creyó que podía ‘transitar por la guerra sin perder su alma’...

“R. Nada de eso es ficción, sólo la forma es literaria, mi forma de describirlo.

“P. ¿Hay algo específico en los criminales de esa guerra, algo que los distinga de los nazis, de Eichmann, Stangl, Hoess?

“R. La única diferencia son las circunstancias. Por lo demás no son nuevos tipos de criminal de guerra. Lo que se ha clarificado desde entonces, desde Núremberg, es que no se trata de monstruos, sino de gente corriente. Proceden de variados medios sociales, tienen distintas capacidades intelectuales, pero no son diferentes de usted o de mí. Eso es difícil de aceptar pero hay que hacerlo. Creer que son monstruos es lo fácil, eso les pone en una categoría aparte, tranquilizadora; es falso. Yo estaba segura de que jamás sería capaz de hacer lo que ellos hicieron. Pero ahora, no pondría la mano en el fuego ni por mí. Has de aceptar esa posibilidad. No hay santos entre nosotros.

“P. ¿Cómo sucede, cómo se llega a la maldad?

“R. La deshumanización de las víctimas es un factor importante. Es un proceso lento, Klemperer lo muestra en sus diarios. Siempre sucede despacio, con los judíos o con los musulmanes de Bosnia. La guerra, la masacre, no empieza con los disparos, hay una larga preparación psicológica de la población. La gente ha de aprender a ver cómo empieza todo para prevenirse y no dejarse arrastrar.

“P. Gitta Sereny, que entrevistó a Speer y, sobre todo, a Stangl, el comandante de Treblinka, me dijo en una ocasión que la exposición al mal, como la de ella, o la de usted ante esos criminales, puede ser peligrosa para la integridad moral, la cordura.

“R. Para mí Sereny es una referencia, pero no siento ese riesgo de que habla. Una vez me explicó que le habían ofrecido mucho dinero para escribir sobre un asesino en serie de niñas que había matado a su propia hija y se había suicidado. Declinó porque creía que el mal podía propagarse escribiendo de aquello. Me pareció una especie de autocensura. Yo creo que hay que escribir, para que la gente se haga consciente de los peligros. Ése es el motivo de este libro. He comprendido a través de los juicios lo corriente de los criminales, que todos tenemos un doble potencial, para el bien y para el mal. Y la única forma de luchar contra el mal es ser consciente de que lo llevas dentro.

“P. Usted tiene un sentimiento ambiguo acerca de la independencia de Kosovo.

“R. Sí, emocional y moralmente estoy de su lado, han sufrido mucho. Pero estamos viendo en qué medida puede ser un peligro. Todo el mundo se está involucrando. El potencial desestabilizador de esa independencia es muy alto, como está quedando claro.”

--
*http://www.elpais.com/articulo/cultura/estamos/libres/caer/maldad/elpepucul/20080222elpepicul_4/Tes

+INFO: http://en.wikipedia.org/wiki/Slavenka_Drakuli%C4%87

--
Drakulić, Slavenka. No matarían ni una mosca : criminales de guerra en el banquillo / Slavenka Drakulic ; edición a cargo de Olivia de Miguel ; traducción de Isabel Núñez .-- 1ª ed.-- Barcelona : Global Rhythm, 2008. -- 214 p. ; 18 cm .-- (PoliRitmos). – Tit. orig.: They would never hurt a fly : war criminals on trial in The Hague. -- ISBN 978-84-96879-15-7
I. Miguel, Olivia de, ed. lit. II. Núñez, Isabel, trad. 1. Crímenes de guerra-Yugoslavia

341.322.5(497.1) ( )
  Biblioteca-LPAeHijos | Sep 18, 2013 |
En sterk bok om rettsoppgjøret etter krigen i det tidligere Jugolslavia. Forfatteren forsøker virkelig å forstå hva som fikk tilsynelatende helt normale gutter til å begå de mest bestialske krigsforbrytelser ( )
  Rose-Marie | Oct 12, 2008 |
Op blz. 125 geeft Drakulic de karakterisering die haar stimulans moet zijn geweest: “het kwaad is het ontbreken van inlevingsvermogen”.

Zes maanden lang volgde de Kroatische, inmiddels in Zweden woonachtige journaliste zittingen bij het Haagse Joegoslaviëtribunaal en verdiepte ze zich in de levens van de mannen en de vrouw die daar terechtstonden, op zoek naar het antwoord op de vraag: hoe kon het gebeuren dat bij deze persoon zó de knop omging.

Zelf is ze van 1949. Ze geeft ons de situatie van haar generatie die opgroeide in het Joegoslavië van Tito. Hoe ze op de lagere scholen een overdosis verleden kregen toegediend uit geschiedenisboeken die waren gevuld met legenden. Wèl de dappere daden van Tito’s partizanen, maar niets over de slachtpartij op tienduizenden Kroatische soldaten op het punt zich aan hen over te geven (het bloedbad van Bleiburg).
Haar generatie groeide op zonder de geschiedenis te kennen.
Over de generatie van haar vader, die niet sprak over WO II: “Hoe langer ik erover nadenk, hoe meer ik ervan overtuigd raak dat de combinatie van zijn stilzwijgen en de officiële versie van de historische gebeurtenissen in de jaren 1939-’45 de meest recente oorlog heeft mogelijk gemaakt.”
Over de apolitieke generatie van haar dochter, die in de vroege jaren negentig dacht dat de ouders de crisis wel op zouden lossen: “Maar dat deden we niet” en “Wie had het anders moeten doen: de kleinkinderen vochten in zekere zin de oorlog van de grootouders uit.”

De levensbeschrijvingen begint ze met die van Milan Levar, vermoord na zijn getuigenis bij het Tribunaal in de zaak van twee mannen die vreselijk huishielden in hun aller geboortedorp. Het “verraad aan onze helden” dat hij had gepleegd, is uitgegroeid tot één van de belangrijkste elementen in het politieke leven van de samenleving, waar velen de waarheid ook niet onder ogen willen zien, omdat ze zelf te zeer geprofiteerd hebben van de oorlog.

Bij de oorlogsmisdadigers vraagt ze zich af: wat waren het voor mensen voor ze hun vreselijke daden begingen? Is er sprake van een plotseling omslag-moment? Zat het ingebakken, bijvoorbeeld door een persoonlijkheidsstoornis? Hoe zijn ze nu, hebben ze berouw?
Belangrijk in een aantal geschiedenissen is de “politiek van de kleine stapjes”, de alledaagse beslissingen en concessies die een mens doet, de collaboratie op kleine schaal die hem allengs verder voert tot daar waar hij niet meer terug kan (denkt te kunnen).

Navrant is haar beschrijving van de Serviërs, Kroaten en moslims in de Scheveningse gevangenis, waar ze met de status van verdachte en de daarbij horende luxe behandeling, met elkaar een hele plezierige "samenleving" hebben opgebouwd vol wederzijdse hoffelijkheid en gezellige gezamenlijkheden. De heren kunnen het, zou je toch denken.

Volgens het Tribunaal zijn er 15.000 tot 25.000 mensen die moeten worden aangeklaagd wegens oorlogsmisdaden gepleegd in Kroatië en Bosnië, waarvan Den Haag zo’n 200 verdachten uit de hoogste echelons voor zijn rekening zal nemen. De rest zou moeten terechtstaan voor plaatselijke rechtbanken.
Over dit laatste kun je, na lezing van dit uitstekende boekje, niet anders dan somber zijn. ( )
  marieke54 | Aug 1, 2008 |
Otäck läsning. Skickligt skrivet. Vilka hemska scener hon målar upp, Slavenka Drakulic. Det hemskaste är ju att de är sanna. Författaren ger ett porträtt på en men som vågat ställa upp och vittna mot förbrytelser, och hur han och hans familj blivit behandlade för det. Hon ger också trovärdiga förklaringar till varför det är så svårt att gripa kända krigsförbrytare för att ställa dem inför rätta i Haag.

Mycket fascinerande läsning. Deprimerande. Men viktigt. ( )
  helices | Feb 4, 2008 |
Es mostren totes 5
Sense ressenyes | afegeix-hi una ressenya

Pertany a aquestes col·leccions editorials

Has d'iniciar sessió per poder modificar les dades del coneixement compartit.
Si et cal més ajuda, mira la pàgina d'ajuda del coneixement compartit.
Títol normalitzat
Títol original
Títols alternatius
Data original de publicació
Gent/Personatges
Informació del coneixement compartit en anglès. Modifica-la per localitzar-la a la teva llengua.
Llocs importants
Informació del coneixement compartit en anglès. Modifica-la per localitzar-la a la teva llengua.
Esdeveniments importants
Informació del coneixement compartit en anglès. Modifica-la per localitzar-la a la teva llengua.
Pel·lícules relacionades
Epígraf
Informació del coneixement compartit en suec. Modifica-la per localitzar-la a la teva llengua.
Han har drivit tudelningen av sin verksamhet i privat och offentligt, familj och arbete, så långt att han ej längre förmår förena de två i den egna personen. När han tvingas döda människor i arbetet, betraktar han inte sig själv som mördare, eftersom han inte gjort det av egen böjelse, utan å yrkets vägnar. I ren ilska skulle han inte ens göra en fluga illa. - Hannah Arendt "Essays in Understanding 1930-1954"
Dedicatòria
Primeres paraules
Informació del coneixement compartit en suec. Modifica-la per localitzar-la a la teva llengua.
Under en period efter det att kriget var över i Kroatien - det pågick ännu i Bosnien - bodde en pojke som var god vän med min dotter hemma hos oss i Zagreb.
Citacions
Darreres paraules
Informació del coneixement compartit en suec. Modifica-la per localitzar-la a la teva llengua.
(Clica-hi per mostrar-ho. Compte: pot anticipar-te quin és el desenllaç de l'obra.)
Nota de desambiguació
Editor de l'editorial
Creadors de notes promocionals a la coberta
Llengua original
CDD/SMD canònics
LCC canònic

Referències a aquesta obra en fonts externes.

Wikipedia en anglès (2)

Slavenka Drakulic attended the Serbian war crimes trial in the Hague. This important book is about how ordinary people commit terrible crimes in wartime. With extraordinary story-telling skill Drakulic draws us in to this difficult subject. We cannot turn away from her subject matter because her writing is so engaging, lively and compelling. From the monstrous Slobodan Milosevich and his evil Lady Macbeth of a wife to humble Serb soldiers who claim they were 'just obeying orders', Drakulic brilliantly enters the minds of the killers. There are also great stories of bravery and survival, both from those who helped Bosnians escape from the Serbs and from those who risked their lives to help them.

No s'han trobat descripcions de biblioteca.

Descripció del llibre
Sumari haiku

Debats actuals

Cap

Cobertes populars

Dreceres

Valoració

Mitjana: (3.88)
0.5
1 1
1.5
2
2.5
3 6
3.5 3
4 11
4.5 2
5 6

Ets tu?

Fes-te Autor del LibraryThing.

 

Quant a | Contacte | LibraryThing.com | Privadesa/Condicions | Ajuda/PMF | Blog | Botiga | APIs | TinyCat | Biblioteques llegades | Crítics Matiners | Coneixement comú | 204,466,614 llibres! | Barra superior: Sempre visible